Tradiciones y Fiestas
Son muchas las fiestas que se celebran en la comarca de la Vega Baja, que son la representación más alegre de la cultura de esta comarca. Estas celebraciones se caracterizan por sus caracteres populares, y por sus evidentes rasgos religiosos que se suceden en todos los municipios.
Fiestas Patronales
La Vega Baja mantiene viva las fiestas tradicionales y patronales, donde tiene cabida la religión, protagonizada por patronos, santos y advocaciones.
Cada pueblo de la comarca, e incluso las pedanías de muchos de estos pueblos, celebra sus fiestas patronales y todas tienen en común su origen, que es la conmemoración de la festividad de su santo patrón o patrona, cosa que suele hacerse en la mayoría de los casos con una procesión y con misa solemne. Después, la fiesta suele desarrollarse en torno a otros actos lúdico-festivos, como verbenas, charangas, desfiles de carrozas y preparación de platos tradicionales, etc.
La comarca de la Vega Baja ha sido una sociedad eminentemente agraria y, como tal, una sociedad que depende totalmente de la naturaleza, pendiente de las avenidas del río o, por el contrario, de las sequías, por lo que ha sido desde tiempos remotos la costumbre de pedir mediación a los santos patronos para la lluvia, las llamadas "Rogativas Pro Pluvia" (en la actualidad todavía se realizan) o para parar las inundaciones. Aunque no pertenecen a la categoría de fiestas patronales, hay otras muchas que mantienen una relevancia especial relacionado con lo anteriormente dicho, es decir, por la relación que se tiene en esta comarca con la naturaleza.
Moros y Cristianos
Las conmemoraciones históricas vienen representadas por las fiestas de Moros y Cristinos que configuran un mosaico multicolor de música, pólvora, luz y color.
Durante más de 700 años la comarca de la Vega Baja estuvo bajo dominio musulmán. Durante este tiempo las batallas entre los dos bandos religiosos fueron múltiples y se desarrollaron por toda la comarca. Por tanto, las fiestas de moros y cristianos, poseen un gran contenido cultural, ya que conmemoran un hecho histórico de gran importancia. Esta fiesta, como dice Manuel Oliver (Ecología Cultural de la Vega baja del Segura, 1993), tiene su origen en el siglo XVI: "Está atestiguada documentalmente la existencia de esta conmemoración, al menos en Orihuela, con seguridad desde el siglo XVI, en que se celebraba un simulacro de lucha de moros y cristianos que tenía como escenario la carrera entre el puente viejo y la plazoleta de la Catedral. Posiblemente a imitación (...), se celebraban en otros lugares en cuanto tuvieron la suficiente entidad".
También se tiene constancia, que cuando en 1609 el rey Felipe III dictó el decreto de expulsión de los moriscos, en muchas localidades se comenzó a festejar estas expulsiones agradeciéndoles al patrón, por medio de arcabucería y tracas en las procesiones.
A pesar de este origen de fiesta, en la comarca de la Vega Baja, comienza a resurgir y a desarrollarse la fiesta como, actualmente la vemos, a principios de los años setenta, con características comunes en todos los pueblos que se celebran como; la pólvora, los desfiles y las tomas del castillo.
A partir de aquí hay pequeñas variantes, ya que cada fiesta conmemora la reconquista de la localidad en algún momento de la Edad Media. Todas ellas se celebran en honor a un patrón o santo que, según la leyenda, "les ayudó" o "iluminó", para reconquistar el pueblo.
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Semana Santa
Especial repercusión tiene la Semana Santa que, además de recoger la devoción religiosa y el fervor popular, se convierten en museos de arte al aire libre, gracias a los pasos que participan en los desfiles procesionales, por las calles de la mayoría de los pueblos.
La Semana Santa es una de las fiesta más importantes dentro del calendario festivo de la iglesia católica que comienza el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección. La Semana Santa, al estar regida por el calendario litúrgico de la iglesia católica, las fechas son móviles y pueden variar entre los meses de marzo y abril cada año.
En la comarca de la Vega Baja la Semana Santa se celebra con gran participación, ya que los desfiles procesionales atraen a un gran número de personas que convierten las calles de los pueblos de la comarca en incontables muestras de fervor religioso, penitencia y color. Las hermandades y cofradías, con sus imágenes, van representando la Pasión de Jesucristo al ritmo de tambores, cornetas y marchas, haciendo que los tronos a hombros de costaleros y costaleras desfilen con orden y devoción.
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