Pechuga de pollo la partimos por la mitad y la ponemos unas horas en leche con una poquita de sal
Sacamos las pechugas de la leche, las secamos bien con papel de cocina.
Cogemos una media pechuga y la partimos en dos o sea nos quedaran 2 filetes, con la otra media pechuga hacemos los mismo. Esos cuatro filetes obtenidos los partimos a trozos como nos gusten de grandes.
Ponemos una poquita de sal si vemos que nos quedan sosos.
Pasamos por harina, huevo batido y por último por los copos de maíz que los hemos partido un poco con un golpe de turbo (qué no quede triturados pero tampoco muy grandes).
Si los dejáis que reposen un rato mejor ya que el rebozado toma consistencia.
Freímos con el aceite caliente pero no mucho que se nos arrebatan y quedan crudos por dentro.