Las fiestas de la Cruz, de enorme tradición y belleza, tienen su origen
en la Edad Media, concretamente en las Cruzadas. Son sus símbolos
dos banderas de color rojo, con emblema de signo de la Cruz, presiden
todas las fiestas.
En medio, como presidiendo, el capitán que a su vez porta banda
azul. Les acompañan niños con indumentaria roja y azul juntamente
con los arcabuceros. Al son de la dulzaina se realiza el rito de enarbolar
las banderas. Consiste este rito en mover las banderas tres veces de derecha
a izquierda y de izquierda a derecha, cambiando de posición otras
tantas veces. Frente a la bandera y su portador se coloca el niño
(llamado ángel), que dando unos saltos sigue las posiciones respectivas.
Este rito junto a la bendición de los aires y la subasta de las banderas, como broche final de las fiestas, la convierten en una tradición singular dentro de las fiestas de la Comunidad Valenciana.