Moros y Cristianos Vega Baja

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origenes

Romance de hechos de la dominación árabe

Cuando el árabe Tarik
a don Rodrigo venciera
en Guadalete, los moros
por España se extendieran.
Huyeron los visigodos
a través de España entera.
Cayeron Écija, Córdoba,
y después Toledo y Mérida.
De Mauritania llegó
el moro Muza, y luchó
por conquistar Segoyuela.
Vencida ésta, en Toledo
la proclamación hicieran
del Califa de Damasco
como Emir de toda Iberia.
El gran Muza, con su hijo
Abdelazís, consiguieran
conquistar Granada y Murcia
y hasta cerca de Orihuela,
donde el conde Teodomiro,
con audacia, frente hiciera;
firmaron un pacto al fin
después de lucha cruenta.
Pacto de Todmir llamado
donde siete villas entran.
En la historia no está claro
si Almoradí fue una de ellas,
mas lo fue, seguramente,
al encontrarse tan cerca.
Viuda del rey don Sancho,
Egiloma, contrajera
nupcias con Albelazís.
En Sevilla establecieran
su Corte, con gran Boato,
lujos y magnificencias.
Hijas de magnates godos
en tal Corte concurrieran.
Debido a ello, los moros,
a Abdelazís muerte dieran.
Ayul y su Emir Alhor
a Abdelazís sucedieran.
Dando por vencida a España,
Francia conquistar intentan.
Abderramán Gabekí
en Narbona entró con fuerza
y se adentró hasta Poitiers:
Charles Martel le venciera
y matara a el Gabekí
y sus tropas de allí huyeran.
En España ya, los árabes,
por diversidades étnicas
luchan entre sí, y se baten
cada cual por prepotencias.
El moro Almoradí y Tarfe
en lucha cruel se enfrentan.
Daraja el premio será
y en su celosía contempla,
cómo el moro Almoradí
vence a Tarfe y se la adueña,
¡Romance de amor y celos
que cantaron los poetas!
Después de reinar un siglo
se destronó a los Omeyas.

La invasión de Carlomagno,
que hasta Zaragoza llega,
se la auxilió Solimán
con saña y traición arteras.
En Roncesvalles atacan
a Carlomagno a su vuelta.
Vinieron Abencerrajes
y Almorávides, que fueran,
con Mohamed Ben-Alí,
de prosapia firme y recia.
Una vez que el Califato
de Córdoba destruyeran,
hubieron veintitrés Taifas:
Reinos, Banderías, fronteras.
La Almorávide unidad
consiguió acabar con ellas.
Abderramán Benmoavia,
después de muchas proezas,
se marchó al Magreb (Marruecos)
y se dentrara hasta Argelia,
reclutando combatientes,
y a España después regresa.
Así, él y sus reclutas
penetran por Almuñécar.
En la célebre batalla,
llamadade la Alameda,
venció a Yusuf y, triunfante,
entró en Córdoba y sus tierras.
En la Mezquita juró
que justocon todos fuera
sin distinciones de razas,
linaje o prosopopeyas.
Interminable sería
la musulmana epopeya.
Sus hazañas, incontables.
Casi ocho siglos vivieran
entre nosotros e hicieron
ya gestas grandes, ya muestras
de sincera comprensión,
y actos que España condena.
Finalmente se expulsaron
y, opiniones contrapuestas,
nos hablan si fuere justo
o injusticia manifiesta.
Estos Moros y Cristianos
que ahora Almoradí celebra,
son el símil de las luchas
que unos y otros tuvieran.
Efemérides de hechos
que la Historia nos recuerda.
¡Mahometanas medias lunas!
¡Cristianas altas Banderas!
¡Brillan la adarga y la espada
en lucha firme y sin tregua!
¡Caballeros mahometanos!
¡Cristianos de estirpe férrea!
¡El humo de los trabucos
a los combatientes ciega!
¡Fingen lucha sin cuartel!
¡Y, en abrazo, al fin, se estrechan!
Son el recuerdo de aquellos
que parte de España hicieran.
¡Son los Moros y Cristianos
que anualmente se celebran!

Miguel Díaz Bienvenido