ROTATIVA

 
UNA MÁQUINA EJEMPLAR
 
 
 

Elaboradas las planchas, la guía nos condujo a ver la “máquina “, “el monstruo”, la rotativa gigantesca que imprimía los diarios hasta noviembre del pasado año y que descansa ahora dormida, soportando tan sólo las miradas curiosas de los visitantes.

La impresión se realizaba a través de tres máquinas iguales e independientes, en las cuales se colocaban las planchas en los rodillos y a cada máquina se le asignaba un número de páginas del periódico que se iba imprimiendo por partes. Una de ellas imprime en color y elabora páginas destinadas a tal fin, así como portadas, fotografías y publicidad que tanto dinerito dejan…, seguidamente pasan a otra para cortar las páginas y reestructurar el periódico.

Se controlaba y se dirigía desde una sala de control por dos ordenadores que avisaban el exceso o falta de tinta y el atasco del papel,


 
 

en ese caso sonaba una sirena que alarmaba al revisor y detenía el procedimiento para subsanar las posibles deficiencias por los técnicos, esto generaba el tener que reciclar el periódico y volver a desarrollar toda su elaboración.

A continuación bajamos por una estrecha escalera que nos condujo a una sala donde se encontraban los rollos de papel que tenían que ser trasportados por traspaletas a unas guías, situadas en el suelo.

De allí salían los treinta mil ejemplares por hora a través de una enorme máquina que parecía una  columna vertebral que llegaban a la zona de empaquetamiento, que alrededor de las cinco de la madrugada salían en los camiones para ser distribuidos en sus 2.100 puntos de ventas (Murcia, Alicante, Albacete, Elche, Cartagena…)